Agustín Barrios fue y es esa clase de persona que te hace creer en lo divino. Compuso obras divinas con un mensaje religioso. Toco en los escenarios Europeos más importantes para los guitarristas clásicos de la época (años 40). Y murió en la más absoluta miseria en una pequeña capilla del Salvador. Cuando el cura de la iglesia supo de su muerte exclamo que era primera vez que había visto morir a un santo.
Esa parece ser la regla. No es ninguna excepción de los guitarristas clásicos; Sor, Tárrega murieron también como poetas malditos pero a diferencia de Barrios que es casi 100 años más reciente.
Mi experiencia personal con la música de Barrios fue que me hizo descubrir la guitarra clásica y a sus mejores exponentes junto a las obras y composiciones más famosas para este instrumento que posee toda la música posible en su interior.
Hoy soy un fiel seguidor del programa “Guitarra” que ya tiene 20 años, de la radio Beethoven conducido por Oscar Ohlsen, un conocido de un viejo amigo mió que estudia percusión en el IMUC.
Y como la música me mueve más pasión que razón, nunca faltara uno que otro sonido a este Blogger, auspiciado casi siempre por los videos de la Web.
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